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Itaú Cultural inaugura Espaço Olavo Setubal para presentar al público de forma permanente piezas
de la Colección Brasiliana y Numismática Itaú

A partir del 13 de diciembre, las colecciones Brasiliana Itaú e Itaú Numismática, que reúnen una de las más completas colecciones de la producción artística sobre Brasil desde su descubrimiento hasta comienzos del siglo XX, ganan un lugar permanente de exposición al público. Las obras estarán albergadas en el Espaço Olavo Setubal – Coleção Brasiliana Itaú [Espacio Olavo Setubal - Colección Brasiliana Itaú], en dos plantas de la sede de Itaú Cultural, en São Paulo, cuyo nombre rinde un homenaje al líder de Itaú, quien ideó y dio inicio a la colección, constituida desde 1969. En ella el arte cuenta la historia del país.

 

En total, se expondrán 1,3 mil obras, elegidas por los curadores entre las piezas destacadas de las dos colecciones, en una selección entre las cerca de 10 mil piezas reunidas solo en estos dos conjuntos. Ellas retratan el país desde la llegada de los colonizadores y recorren cinco siglos de historia. Entre las piezas que se exhibirán al público se encuentran el óleo sobre madera Povoado numa planície arborizada [Pueblo en una llanura arbolada], producido por Frans Post entre 1670 y 1680 —primera obra adquirida por Olavo Setubal para la colección— y una vasta selección de grabados de Rugendas, Debret, Chamberlain, Auguste Sisson, Schlappriz, Buvelot y Moreau, Bertichem y Emil Bauch, que reproducen los primeros paisajes vistos en el país.

 

Las dos plantas que albergan el Espaço Olavo Setubal se reestructuraron con un diseño especial de Daniela Thomas y Felipe Tassara para exponer las obras de la colección. La curaduría de Brasiliana está a cargo de Pedro Corrêa do Lago y la de Numismática de Vagner Porto. «Con esta iniciativa, Itaú expone al público de forma permanente una de las colecciones de mayor valor histórico y artístico de Brasil», dice Eduardo Saron, director de Itaú Cultural.

 

El Espaço Olavo Setubal presenta, en nueve módulos, piezas iconográficas, imágenes aisladas o insertadas en álbumes, libros, documentos y mapas que retratan y revelan a Brasil y su cultura. Los grandes artistas viajeros están representados en grabados, pinturas, acuarelas o dibujos originales, además de las primeras obras publicadas sobre el país en el exterior y álbumes iconográficos, impresos en Europa y en el territorio nacional. Obras maestras de la literatura brasileña también están presentes, con ejemplares de primeras ediciones, muchas de las cuales con dedicatoria e ilustraciones de nombres fundamentales del arte brasileño. Los conjuntos manuscritos no son menos importantes e incluyen piezas fundamentales de la historia de la literatura producida en el país o sobre él.

 

Los módulos se despliegan ante la mirada del visitante en temas y periodos históricos, aunque no necesariamente por cronología. El recorrido comienza por O Brasil Desconhecido [El Brasil Desconocido], que presenta desde los primeros dibujos que trataron de dar forma a los indígenas —revelando las primeras impresiones del europeo sobre el nativo y registrándolo con un trazo más cercano al del Renacimiento, que no le resultaba tan extraño y, por ello, tenía distorsiones sobre sus tipos físicos y costumbres—, hasta la documentación generada hasta el siglo XVI.

 

Sigue con O Brasil Holandês [El Brasil Holandés] y O Brasil Secreto [El Brasil Secreto], hasta el siglo XVIII. O Brasil dos Naturalistas [El Brasil de los Naturalistas] comienza a ingresar al siglo XIX y, a partir del quinto módulo, O Brasil da Capital [El Brasil de la Capital], el visitante se zambulle en el país construido hasta comienzos de los años 2000 – O Brasil da Província [El Brasil de la Provincia], O Brasil do Império [El Brasil del Imperio], O Brasil da Escravidão [El Brasil de la Esclavitud] y O Brasil dos Brasileiros [El Brasil de los Brasileños]. Una serie de vídeos con animaciones muestra otras obras y páginas de libros que no se pueden manipular. La colección de Numismática, que antes estaba expuesta en el Museo Herculano Pires, en la última planta del instituto, sigue ahora cada etapa insertada en el contexto histórico brasileño.

 

Reliquias de Brasiliana

Además de Povoado numa planície arborizada, de Post, se presentarán dos ilustraciones para el relato conocido hoy como Barleus (de Gaspar Barleus), uno de los libros ilustrados europeos más lujosos del siglo XVII y el primero en publicar imágenes de Brasil. Además de que es el primero y, durante casi dos siglos, el más preciso y completo texto sobre el país, Barleus se considera la más importante obra ilustrada del periodo. Se extrajeron algunos grabados del libro, sin perjudicar la encuadernación, que se exponen en las paredes, junto con vídeos de las pinturas de Frans Post, que permiten comparar las imágenes.

 

Hay, además, publicaciones de Brasil de gran valor histórico realizadas por exploradores franceses y holandeses. Entre ellos, destacan otros autores como Piso y Marcgraf, Jean de Léry, Claude d’Abbevile, Andre Thevet y Jean le Prest.  También integran la exposición O Grande Atlas Blaeu [El Gran Atlas Blaeu], de 1667, que incluye 598 mapas y fue producido por Joannes Blaeu, uno de los mayores expertos en cartografía del siglo XVII.

 

A partir de la apertura de los puertos, llegaron innumerables expediciones científicas a Brasil, realizadas por europeos para conocer el territorio, la fauna, la flora y las costumbres nativas.

Las más famosas y completas expediciones, que resultaron en publicaciones y forman parte de esta colección que ahora se expone son las de los naturalistas Spix y Martius y la del Príncipe Maximilian de Austria, verdaderos inventarios de la naturaleza brasileña.

 

La curiosidad de los europeos hacia Brasil no se limitaba al ámbito científico. Abarcaba también la contemplación de los bellos paisajes, como se puede ver en algunos de los más expresivos álbumes de grabados, como el de Rugendas, Debret, Chamberlain, Auguste Sisson, Schlappriz, Buvelot y Moreau, Bertichem y Emil Bauch.

 

El Espaço Olavo Setubal exhibe, además, diversas primeras ediciones de las obras de poetas y novelistas genuinamente brasileños, como Casemiro de Abreu, Castro Alves, Machado de Assis y otros tantos exponentes de la literatura del siglo XIX.

 

Piezas Destacadas de la Numismática

Monedas, medallas, barras de oro y condecoraciones abarcan una extensión temporal desde la llegada de los portugueses a Brasil hasta los días actuales. Destacan las monedas obsidionales holandesas, las primeras acuñadas en territorio brasileño, en 1645 y 1646, en Recife, durante la invasión holandesa a la región Nordeste de Brasil.

 

Otra pieza que merece mención especial data de 1695: el ensayo monetario Terra de Santa Cruz [Tierra de Santa Cruz], acuñado en la entonces recién fundada Casa da Moeda da Bahia [Casa de la Moneda de Bahia]. En esa ocasión, se presentaron tres modelos de monedas de plata con el valor de 640 réis, para que se eligiera cuál se pondría en circulación en Brasil. Este ensayo no fue aprobado debido a que presentaba el nombre primitivo del país y la cruz del calvario. Se conocen solo dos ejemplares en el mundo.

 

En las monedas de oro del reinado de D. Maria I (1777-1805) se nota como la iconografía numismática del periodo incorporó los cambios en su vida. Hasta 1786, tenían grabadas las imágenes de la reina, legítima soberana, y su marido, D. Pedro III, quien con ella compartía el trono y se llamaban Perfis Sobrepostos [Perfiles Superpuestos]. Entre 1786 y 1789, después de la muerte de su marido, D. Maria I expresó su viudez en las monedas bautizadas como Véu de Viúva [Velo de Viuda]. Después de tres años de duelo oficial, se añadieron al retrato de la soberana, hasta 1799, un tocado con joyas y cintas.

 

Entre las adquisiciones más recientes, se encuentran raras medallas adquiridas en subastas en el exterior: una de plata de 1640, que retrata a Mauricio de Nassau; una medalla de 1843 referente a la boda entre D. Pedro II y Tereza Cristina, posiblemente el único ejemplar acuñado en oro; una medalla de 1852 de la Campaña de Uruguay, comprobadamente el único ejemplar de oro y que perteneció al Duque de Caxias.  Vale resaltar, además, la primera medalla acuñada en Brasil, en 1820, con la efigie de D. João VI.

 

Otras adquisiciones merecen destacarse, como el documento Guia de Fundição de Ouro da Casa da Administração Geral dos Diamantes [Guía de Fundición de Oro de la Casa de la Administración General de los Diamantes], en Tijuco, Minas Gerais, de 1777. De igual relevancia, la condecoración Ordem de Nossa Senhora da Conceição de Vila Viçosa [Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa], creada por D. João VI en 1816, y una pulsera de oro con miniaturas de condecoraciones del Imperio.

 

 

 

CANTIDAD DE PIEZAS POR TIPO EN EL ESPAÇO OLAVO SETUBAL

 

 

Brasiliana: 969

Pinturas: 12

Tridimensionales: 16

Dibujos, acuarelas y pinturas al temple: 30

Grabados: 693

Mapas/Cartografía: 16

Manuscritos literatura: 7

Documentos: 76

Periódicos: 5

Libros: 98

Caricaturas: 16

 

Numismática: 395

Monedas: 281

Medallas: 96

Condecoraciones: 10

Barras de oro: 6

Objetos: 2

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